martes, 22 de septiembre de 2015

Actos de habla

Los actos de habla son enunciados que constituyen acciones. Corresponden al lenguaje en uso, al lenguaje en la práctica, en la situación comunicativa concreta. Cuando hablamos no solo decimos palabras, sino que también realizamos ciertas acciones: describimos, invitamos, aconsejamos, saludamos, felicitamos, discutimos, etc.; es decir, hacemos cosas con palabras.
Cada vez que nuestro mensaje es captado por un receptor produce un efecto sobre quien escucha y genera un cambio en la realidad: origina una reacción, crea una nueva situación.
En definitiva, cada vez que emitimos un mensaje damos lugar a un acto de habla con un enunciado que produce un cambio en el estado de las cosas.
Según esto, el hablante cuando participa en un proceso comunicativo desencadena tres actos de comunicación:
·         Acto locutivo: Es lo que se dice. Corresponde al contenido del enunciado. El acto que realizamos al decir algo.
Por ejemplo, al decir Préstame tu lápiz, el acto locutivo corresponde a los significados de las palabras que componen el enunciado.
·         Acto ilocutivo: Es la intención contenida en lo que decimos, lo que pretende el emisor. Este puede ordenar, pedir algo, disculparse, aconsejar, etc.
Por ejemplo, en Préstame tu lápiz, el emisor hace una petición.
·         Acto perlocutivo: Es el efecto o la reacción que el mensaje produce en el receptor, la reacción o consecuencia de lo que se ha dicho.
En el ejemplo anterior, el acto perlocutivo sería el cumplimiento de esa petición, o sea, prestar el lápiz.
El acto ilocutivo puede corresponderse o no con el acto perlocutivo. Si se corresponde (le presta el lápiz), el objetivo de la comunicación se ha cumplido. En el caso contrario, la comunicación se frustrará (no le presta el lápiz).

Por otra parte, los actos de habla se pueden clasificar según la intención del emisor:

  •               Actos directos: son aquellos en que la intención del hablante se expresa de manera clara y explícita, y el receptor comprende sin dificultad.

          Por ejemplo: Apaga la luz. Se dice claramente.
·         Actos indirectos: la intención no es explícita en el mensaje, sino que el receptor debe interpretar o suponer lo que el emisor quiso decir. Esto muchas veces puede generar confusión o malentendidos.
Por ejemplo: En lugar de decir: Apaga la luz, el hablante usa formas indirectas como: Se estaría mejor con la luz apagada con la intención de no ser descortés.
Otra clasificación de los actos de habla es según su finalidad:
·         Asertivos o representativos: El emisor afirma o niega algo, con la intención de aclarar lo que dice.
Ha subido el precio de la leche.
·         Expresivos: El hablante expresa su estado interior, emocional o físico.
Me encanta la tarta de chocolate.
·         Directivos o apelativos: El emisor busca persuadir al receptor y lograr que realice una acción determinada.
¿Puedes pasarme la sal, por favor?
·         Compromisorios: El hablante asume un compromiso, independientemente de que lo cumpla o no.
Te prometo que este verano haremos un viaje por Europa.
·         Declarativos: El emisor busca modificar alguna situación, para lo que posee un grado de autoridad.
Los declaro marido y mujer.

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